Este sentimiento me oprime el corazón, aunque a pesar de todo puede que no sea la intención. Entre suspiro y suspiro acaricio las palabras que se pierden en el abismo.
Oía lo que necesitaba oír no lo que debía, el que avisa no es traidor, y doy las gracias por abrirme los ojos ante proyecto tan acogedor. Se suele decir que lo que más sé desea no siempre es lo más necesario, puede que empiece a entender por qué eres indispensable, es como una noche sin luna, esa parte que la hace única, no es un capricho, es un complemento. Parece mentira que pueda soñar y sentir que es real, puede que sea la manera de calmar esta desesperación, sinceramente me merezco está decepción, aprenderé a equivocarme sin miedo a volver a la acción. Para ganar una guerra no has de ganar una batalla, has de hacer un cumulo de victorias, obtendrás la recompensa adecuada.
A veces me es difícil hacer caso a mis propias palabras, ya que se lo que duele perder a quien realmente amas. Puedo arrepentirme, ¿pero eso de veras va a servirme? Puedo elegir cualquier opción, luchar o perderme en algún rincón. Lo más doloroso es recordar un bonito recuerdo y saber que no volverá, que el tiempo no retrocederá.